De Oriente a Occidente, en Asturias encontramos recursos industriales de gran importancia, patrimonio tradicional que es necesario conocer y potenciar

Asturias presenta una amplia tradición industrial a sus espaldas, y puede verse en las viviendas, minas, chimeneas, fábricas, museos… que salpican parte de nuestro territorio verde y que representan un tiempo marcado por el trabajo fabril y la industrialización.

En los últimos años se ha hecho un esfuerzo por poner en valor este tipo de patrimonio gracias a iniciativas como las jornadas de la Asociación de Arqueología Industrial Incuna, las Jornadas de Patrimonio Histórico Industrial o Fetumi (Feria de Turismo Minero e Industrial). La apuesta es tan clara que incluso el Plan de Turismo Sostenible del Principado de Asturias 2020 destaca el turismo industrial como uno de los nueve productos sobre los desarrollar la estrategia turística a medio plazo.

Recursos no faltan. De Oriente a Occidente podemos encontrar algunos de gran importancia como el Museo de la Minería y la Industria de Asturias – MUMI (San Martín del Rey Aurelio); el Pozo Sotón (San Martín del Rey Aurelio), donde el visitante se pone en la piel de un minero paseando por las entrañas de la tierra, e incluso picando un trozo de carbón; el Ecomuseo Minero Valle de Samuño (Langreo), con el recorrido de tren minero más largo de España; el poblado minero de Bustiello (Mieres), paradigma del paternalismo industrial en Asturias de la mano del marqués de Comillas, o el Museo de la Mina de Arnao (Castrillón), la única mina submarina de Europa, que constituye la explotación de carbón mineral más antigua de España (finales del siglo XVI) y el pozo vertical más antiguo de Asturias (1855).

El patrimonio siderúrgico de Asturias se entiende también mejor tras visitar el Museo de la Siderurgia de Asturias – MUSI (Langreo), ubicado en una torre de refrigeración de la antigua fábrica siderúrgica de Duro Felguera, o el poblado de Llaranes (Avilés), ligado a Ensidesa (Empresa Nacional Siderúrgica S.A.), actual ArcelorMittal. El Museo del Ferrocarril de Asturias – MFA (Gijón), dedicado a la conservación, investigación y difusión del patrimonio histórico ferroviario de Asturias; el Museo Marítimo de Asturias (Luanco) y el Museo del Oro de Asturias – MOA (Navelgas, Tineo), dedicado al metal buscado por el hombre desde tiempos de Roma, son otros equipamientos que resultarán de interés incluso para los más pequeños de la casa.

También son aptos para una escapada familiar algunos recursos preindustriales como el mazo de Mazonovo), un lugar de cuento en Santa Eulalia de Oscos donde conocer y compartir el trabajo artesano de los últimos herreros de mazo, o el Conjunto Etnográfico de Os Teixois (Taramundi), con seis ingenios hidráulicos ubicados en un paraje único. Muy cerca, en Grandas de Salime, su central hidroeléctrica y el salto del embalse es una excusa más para visitar uno de los miradores más bellos de la zona, junto a los restos del poblado de A Paicega.

Merece la pena adentrarse en la industria gastronómica más nuestra a través del Museo del Vino de Cangas del Narcea, el Museo de la Sidra de Asturias (Nava) o algunos llagares como la Fábrica de Sidra El Gaitero (Villaviciosa).

Este patrimonio, ligado a sus paisajes, valles y sendas verdes, forma parte de la esencia de Asturias. Y merece la pena visitarlos, o volver a visitarlos, con una nueva mirada. Otra manera de sentir Asturias.